Faro de Calaburras

Faro de Calaburras

Situado en uno de los promontorios de la costa mijeña, la punta de Calaburras, su principal finalidad fue el prevenir los numerosísimos naufragios que se producían en ella, cosa que solo consiguió en parte hasta que se desarrollaron sistemas más modernos de navegación.

Los restos de esos naufragios, conocidos como pecios, son abundantes en los fondos marinos que rodean la punta de Calaburras, abarcando un periodo histórico de más de 2.000 años, desde naufragios de época fenicio-púnica (Pecio de las Columnas), hasta naufragios ocurridos el pasado siglo XX, pasando por otras épocas como es el caso del naufragio de una armada de navíos holandeses (Pecio de los Holandeses), lo que ha llevado a que esos fondos marinos hayan sido declarados Bien de Interés Cultural.

El Faro de la Punta de Calaburras fue proyectado en 1861 y entró en servicio en agosto de 1863 sobre el promontorio de su mismo nombre, con un sistema de iluminación de luz fija con una lámpara que quemaba aceite de oliva y que daba destellos cada 3 segundos, la cual tenía un alcance de 16 millas. Su torre era de forma octogonal y su foco de luz se encontraba a unos 14 metros de altura sobre el suelo y a 35,5 sobre el nivel del mar. Delante de la torre, en su lado sur, se construyó un edificio de planta rectangular que albergaba la vivienda del farero y otras dependencias auxiliares del faro.

En 1916 se realizaron las primeras modificaciones sobre el faro, para adaptarlo a las “nuevas tecnologías” de aquel momento, sustituyéndose la lámpara original por una incandescente que quemaba vapor de petróleo y añadiéndole una lámpara de reserva que quemaba gasolina.

Esta modificación tuvo una corta duración, pues un año después se publicó una Real Orden que establecía para el Faro de Calaburras un alcance de 28 millas con destellos aislados, con el objetivo de mejorar su visibilidad por la gran importancia que tenía este faro para la navegación marítima. Esto solo se pudo conseguir con la construcción de una nueva torre de 23 metros de altura que no estuvo terminada hasta el año 1928 y que es la que se conserva en la actualidad.

Esta nueva torre es de forma troncocónica y está elaborada en piedra blanca labrada y en ella se instaló una linterna de 2 metros de diámetro movida por una máquina de relojería, que fue la primera de tipo aeromarítimo instalada en España y cuya lámpara quemaba petróleo.

En 1949 se electrificó la linterna instalándose una lámpara incandescente de 1.500 vatios y se sustituyó la máquina de relojería por un motor eléctrico que hacía girar la óptica, instalándose como reserva un grupo electrógeno de gasolina. Cincuenta años después, entre 1999 y 2000, con motivo de la mejora del trazado de la Carretera Nacional 340, se derribó el edificio anexo original y se construyó otro detrás de la torre.

En la actualidad el faro está totalmente automatizado.


NOTICIAS RELACIONADAS

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.